Niñez tardía de 9 a 11 años


NIÑEZ TARDÍA DE 9 A 11 AÑOS

La independencia creciente de la familia y el interés del niño en sus amigos tal vez sean evidentes para esta edad. Las amistades saludables son muy importantes para el desarrollo, pero durante este período la presión de los compañeros puede volverse muy fuerte. Si el niño tiene una imagen positiva de sí mismo, será más capaz de resistir la presión negativa de sus compañeros y de tomar mejores decisiones. Este es un período importante para que los jóvenes adquieran, junto con su creciente independencia, un sentido de responsabilidad. Además, los cambios físicos de la pubertad podrían ser visibles, especialmente en las niñas. Otro cambio importante para el que los niños tienen que prepararse durante este período es el comienzo de la escuela secundaria


COMO APOYAR EL PRCESO DE APRENDIZAJE DE  SU HIJO


Pase tiempo con su niño. Hable con él o ella sobre sus amigos, sus logros y los retos que enfrentará.
Participe activamente en la escuela. Concurra a las actividades escolares y reúnase con los maestros.
Ayude a su niño a fijarse metas. Anímelo a pensar en las destrezas y habilidades que le gustaría tener y en cómo cultivarlas.
Establezca reglas claras y sígalas. Diga lo que usted espera de él o ella cuando no haya adultos presentes supervisarlo. Si explica las razones que fundamentan cada regla, ayudará a su niño a saber qué hacer en esas situaciones.
Hable sobre la importancia de respetar a los demás. Anime a su niño a ayudar a las personas necesitadas. Hable con él o ella sobre qué hacer cuando otras personas se comportan en forma descortés o irrespetuosa.






DESARROLLO FISICO



Las niñas suelen estar hasta dos años más adelantadas que los varones en madurez física.
Las niñas comienzan a menstruar.
La fortaleza física y la destreza manual aumentan.
La coordinación y el tiempo de reacción mejoran.
Como algunos adolescentes comienzan la pubertad durante la niñez media, los niños necesitan tener acceso a información sobre sexualidad y pubertad antes de los años (sexto a octavo grado).


DESARROLLO COGNITIVO


El niño muestra interés en leer novelas (narrativa), revistas y libros con instrucciones para completar proyectos.
Puede desarrollar un interés especial en coleccionar objetos o en pasatiempos.
Tal vez se oriente más hacia proyectos y metas.
Podrían gustarle los juegos con reglas más complejas.
Las cosas tienden a ser extremas: blanco o negro, correcto o incorrecto, maravilloso o espantoso, divertido o aburrido.
Está aprendiendo a planificar con antelación y a evaluar lo que hace.
Tal vez diga con frecuencia “¡Eso no es justo!” y no acepta reglas si no ha ayudado a establecerlas.


DESARROLLO DEL HABLA Y EL LENGUAJE


La comprensión y el uso del lenguaje se vuelven más sofisticados.
Posiblemente comparta sus opiniones a menudo.
Puede adoptar palabras usadas por sus compañeros. Podría empezar a aprender vocabulario nuevo sin comprender totalmente el significado.



DESARROLLO SEXUAL


A esta edad, los niños están especialmente interesados en el embarazo, el nacimiento y los roles establecidos en función del sexo. Los varones suelen jugar con varones y las niñas con niñas. Con el inicio de la pre adolescencia, es posible que usted note que los compañeros y los medios de comunicación comienzan a ejercer una gran influencia sobre la conciencia y las actitudes sexuales de su hijo(a). Si usted no es una fuente confiable, él o ella podría acudir a un compañero o tal vez a un niño mayor para obtener información sobre el sexo, los órganos sexuales y la reproducción. Y es poco probable que la información que reciba de sus compañeros sea correcta, así que trate de estar disponible para contestar sus preguntas.Si su niño de edad escolar no le hace preguntas sobre el sexo, considere la posibilidad de iniciar algunas conversaciones sobre este tema. Si anteriormente le ha explicado que un hombre y una mujer hacen un bebé, su niño tal vez quiera saber ahora cómo. Como siempre, háblale con franqueza, ya que los niños de esta edad tienden a apresurarse a sacar conclusiones y podrían terminar con interpretaciones erróneas.


Los niños tal vez recojan lenguaje inapropiado de la televisión, las películas, sus amigos, o incluso de usted, así que evítelo. Muchas veces, usan estas palabras sin saber lo que significan. Es una buena idea explicar por qué una palabra es inapropiada y sugerir palabras mejores para la próxima ocasión. Al igual que con el lenguaje inapropiado, los niños suelen repetir chistes sin entenderlos del todo. Es importante que usted dé un buen ejemplo a su hijo(a). No cuente chistes inapropiados, especialmente los que menosprecien a un grupo particular de personas. La tolerancia y el respeto son conductas que se aprenden.





El crecimiento y desarrollo infantil




El crecimiento y desarrollo del niño son dos fenómenos íntimamente ligados, sin embargo conllevan diferencias que es importante precisar. Se entiende por crecimiento al aumento del peso y de las dimensiones de todo el organismo y de las partes que lo conforman; se expresa en kilogramos y se mide en centímetros.

El desarrollo implica la biodiferenciación y madurez de las células y se refiere a la adquisición de destrezas y habilidades en varias etapas de la vida.

Todos los niños de edades comprendidas entre los primeros meses de la vida y los tres años deben acudir a su revisión periódica, con el pediatra para que los mida y los pese, lo que le permitirá en cada caso orientar a los padres en su manejo.

El aumento regular de peso y talla es el indicador más confiable de que el niño goza de un buen estado general de salud y se desarrolla adecuadamente. Los padres deben recordar que lo importante es el aumento de peso y talla de cada niño en particular y no su peso relativo respecto al de otros niños.

Se recomienda pesar y medir a los niños cada mes. Si los padres y el pediatra no aprecian ningún aumento en el peso y la talla durante dos meses seguidos, puede ser señal de que existe algún problema o bien que éstos se vean frenados por alguna enfermedad.

Al mes de edad el niño tiene un peso promedio aproximadamente de 3.750 a 4 kilos y mide 53 centímetros, todavía mantiene sus manos empuñadas y cuando está despierto prefiere estar acostado boca arriba. Al colocar al niño en posición vertical es capaz de mantener erguida su cabeza por unos segundos. Sigue los objetos con sus ojos y con el movimiento de la cabeza. Es capaz de llorar con gran intensidad y responde en forma positiva a ciertas comodidades y satisfacciones. A los tres meses da muestras de gusto al ver a la persona que lo atiende habitualmente, desde esta edad se va afirmando su sentido de seguridad al ser tratado afectuosa y correctamente, pesa de 5 a 6 kilos y mide de 58 a 60 centímetros. A los cuatro meses pesa un promedio de 6.5 kilos y mide de 62 a 63 centímetros y a los seis meses pesa un promedio de 7.5 kilos y mide 67 centímetros. Del tercero al sexto mes de edad, sus posturas suelen ser simétricas, con la cabeza en la línea media. Sostiene su cabeza bien balanceada cuando se le coloca en posición vertical y es capaz de rotar sobre sí mismo y por tanto caerse de la cama. Sigue con la vista los objetos que se mueven lentamente y cuando se ponen frente a él objetos que cuelgan, mueve los brazos activamente. A los siete meses pesa de 7.5 a 8 kilos y mide de 68 a 69 centímetros, ya se sienta apoyándose sobre sus manos y brinca activamente cuando se le coloca en posición vertical. Ya es capaz de agitar y golpear la sonaja o de cambiar un juguete por otro. A los ocho meses pesa de 8 a 8.250 kilos y mide de 70 a 72 centímetros; ya se pone de pié utilizando las manos para sostenerse, vocaliza el sonido mmm y emite el de algunas vocales. Es capaz de llevar sus pies a la boca, puede sentarse sin ayuda, gatear y mantenerse de pié al apoyarse en los muebles. El sentido de imitación que existe desde el nacimiento es perfecciona, es capaz de despedirse y palmear. A los nueve meses pesa entre 8.5 y 9 kilos y mide de 70 a 72 centímetros, se sienta solo, gatea y se pone de pié sin ayuda. Responde a su nombre y se encuentra mejor adaptado al medio que lo rodea. Come por sí solo galletas y es capaz de sostener el biberón sin ayuda. Al año de edad pesa alrededor de 9.250 y mide de 75 a 76 centímetros, participa en juegos sencillos y coge un objeto cuando se le indica, gatea libremente y puede dar algunos pasos ayudándose con los muebles o sosteniéndolo de una mano. En su segundo año el pequeño solamente aumenta 2.5 kilos y crece de 12 a 13 centímetros (en el primer año aumenta 6 a 7 kilos y de 25 a 30 centímetros).

La alimentación del niño juega un papel de primordial importancia en su crecimiento y desarrollo. Para garantizar que el niño está recibiendo una alimentación suficiente hay que recordar que la leche materna constituye por sí sola el mejor alimento posible para un lactante durante los cuatro a seis primeros meses de la vida.

El niño a partir del cuarto al sexto mes, necesita otros alimentos además de la leche materna para satisfacer adecuadamente sus necesidades. Los niños menores de tres años deben alimentarse de cinco a seis veces al día, ya que el estómago del niño es mucho más pequeño que el de una persona adulta, y como requiere de un mayor aporte energético es necesario alimentarlo con frecuencia, además de enriquecer la papilla de frutas y verduras.

Para lograr el pleno desarrollo físico, mental y emocional del niño es necesario que tenga a su lado personas que le hablen, que jueguen con él y que le den muestras de afecto, ya que todos los niños necesitan mantener una relación íntima, sensible y de cariño con la o las personas adultas que cuidan de ellos. Desde recién nacido, el niño es capaz de dar y recibir afecto, de relacionarse con otras personas, el hecho de sentirse amado y deseado son vitales para su desarrollo interior, ya que sobre esta base se construirá su sentimiento de seguridad, de confianza en sí mismo y su capacidad para relacionarse adecuadamente con las demás personas y con el mundo en general. Hay que recordar que la mente del niño, al igual que su cuerpo, necesita ayuda para desarrollarse y que "los tres alimentos" para el desarrollo mental son: la comunicación, el juego y el cariño. El niño necesita escuchar palabras de aliento y de cariño, recibir caricias y sonrisas, que se le escuche y lo estimulen a responder con sonidos y movimientos desde los primeros meses de vida. La atención que reciba de sus padres para lograr un desarrollo físico y mental normal es indispensable, recordando que el niño necesita gozar de libertad para explorar y jugar, el juego es una actividad esencial del proceso del crecimiento, ya que favorece las habilidades mentales, sociales y físicas, dentro de las que destacan, la capacidad de hablar y caminar.

La creatividad de un niño requiere de estímulo, para que se desarrolle al máximo, debemos invitarlos a explorar el mundo que lo rodea, a buscar soluciones de los problemas más frecuentes, a poner en práctica sus ideas y decisiones, pero sobre todo para que los niños tengan un buen crecimiento y desarrollo necesitan que se les alabe, que se les respete y se les reconozcan sus logros y esfuerzos.

El crecimiento y desarrollo infantil es también responsabilidad de los padres y de su pediatra, quienes deben tomar en cuenta que estos dos procesos se encuentran ligados y que son parte de las etapas de evolución del ser humano y que se facilitará su proceso a base del conocimiento, de la experiencia y del cariño.

Crecimiento y desarrollo normales



El crecimiento y el desarrollo de un niño se pueden dividir en cuatro períodos:
La lactancia
Los años preescolares
La etapa media de la niñez
La adolescencia


Inmediatamente después del nacimiento, un bebé pierde normalmente del 5 al 10% de su peso al nacer. Sin embargo, a las dos semanas de edad, el bebé debe empezar a tener un crecimiento y aumento de peso rápidos.


De los cuatro a los seis meses de edad, un bebé debe tener el doble del peso que tenía al nacer. Durante la segunda mitad del primer año de vida, el crecimiento no es tan rápido. Entre las edades de 1 a 2 años, un niño que empieza a caminar sólo aumentará aproximadamente 2,2 kg (5 libras). De los 2 a los 5 años, el aumento de peso permanece en una tasa de aproximadamente 5 libras por año.


Entre los 2 y los 10 años, el niño continuará creciendo a un ritmo constante. Luego se inicia un aumento repentino en el crecimiento con la llegada de la pubertad, en algún momento entre los 9 y los 15 años.


Las necesidades de nutrientes de un niño van de acuerdo con estos cambios en las tasas de crecimiento. Un bebé necesita más calorías en relación con su talla de las que requiere un preescolar o un niño en edad escolar. Las necesidades de nutrientes se incrementan de nuevo, a medida que un niño se aproxima a la adolescencia.


Un niño sano seguirá una curva de crecimiento individual, aunque la ingesta de nutrientes puede ser diferente para cada chico. Los padres y tutores deben proporcionarle al niño una dieta con una amplia variedad de alimentos que sean apropiados para su edad.


Los hábitos alimentarios saludables deben comenzar durante la lactancia. Esto puede ayudar a prevenir enfermedades tales como la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial y la obesidad.


EL DESARROLLO INTELECTUAL Y LA DIETA:


La desnutrición puede causar problemas serios con el desarrollo intelectual en los niños. Un niño con una alimentación deficiente puede sentirse cansado e incapaz de aprender en la escuela. Además, la desnutrición puede hacer que el niño tenga mayor probabilidad de resultar enfermo y ausentarse de la escuela. El desayuno es muy importante. Los niños pueden sentirse fatigados o desmotivados si no desayunan bien.


Hay programas gubernamentales establecidos para garantizar que todo niño tenga al menos una comida saludable y balanceada al día. Esta comida generalmente es el desayuno, ya que se ha comprobado claramente la relación existente entre el desayuno y el mejoramiento en el aprendizaje. Dichos programas están disponibles en áreas empobrecidas y descuidadas de los Estados Unidos.


Si tiene preocupaciones acerca del crecimiento y desarrollo de un niño, hable con el médico.

GUÍA DE CRECIMIENTO Y DESARROLLO DEL NIÑO

El primer examen se efectúa en el momento del nacimiento, y permite identificar anormalidades y defectos congénitos, permeabilidad de orificios, integridad del paladar y una gran variedad de defectos leves e importantes.
La evaluación del recién nacido se basa en el score de Apgar y posteriormente en el examen neurológico.

A las 2-4 semanas el niño debe ser capaz de:
  • Levantar momentáneamente la cabeza cuando está en decúbito prono (acostado boca abajo).
  • Fijar la mirada en una cosa u objeto y seguir su movimiento.

A los 2 meses de vida el niño debe ser capaz de:
  • Mantener su cabeza erecta sólo momentáneamente cuando es puesto de pie. Se mantiene fija a los 3 meses.
  • Tomar un sonajero cuando es puesto en su mano.
  • Sostener un sonajero transitoriamente.
  • Mostrar una sonrisa social.
  • Vocalizar recíprocamente.
  • Comenzar a distinguir a los padres de otras personas, y responder más a ellos.
  • Reaccionar a ruidos fuertes.

A los 4 meses el niño debe ser capaz de:
  • Mantener su cabeza firme al ponerlo en decúbito prono se sostiene sobre sus manos.
  • Mantener su cabeza firme cuando es puesto en posición vertical.
  • Darse vuelta de posición prona a supina.
  • Mantener sus manos en la línea media.
  • Jugar con sus manos.
  • Mirar un móvil y agitar sus brazos.
  • Sostener en sus manos un sonajero.
  • Seguir los objetos y a sus padres con la mirada en un radio de 180 °.
  • Sonreír, carcajear y gorjear (hacer trinos con la voz).
  • Iniciar contacto social con la sonrisa o vocalizaciones. Enojarse o llorar cuando los padres se alejan.
  • Reconocer cuando le están preparando sus alimentos y ser capaz de esperar un corto tiempo.

A los 6 meses el niño debe ser capaz de:
  • Voltear su cuerpo.
  • Mantener firme su cabeza cuando se lo moviliza o sienta. Comienza a aparecer el "reflejo del paracaidista ".
  • Sentarse con apoyo.
  • Sostenerse sobre sus pies momentáneamente, si es ayudado.
  • Puede alcanzar o sostener objetos. Al final de los 6 meses es capaz de transferir objetos de una mano a otra.
  • Capaz de sostener la mamadera cuando se alimenta.
  • Aproximar objetos hacia él con movimientos de rastrillo.
  • Jugar con sus pies.
  • Reaccionar a ruidos que se originan fuera de su habitación, y cambia de actividad.
  • Mostrar los primeros signos de ansiedad frente a personas extrañas, que manifiesta en gestos de su cara y cuerpo. Es capaz de distinguir las palabras cariñosas de los regaños.
  • Sonreír, cantar y tomar iniciativa en la interacción con los demás; imitar sonidos tales como la tos, carraspeo, etc.; puede jugar y hacer ruidos mientras está solo o acompañado.
  • Enojarse cuando le quitan un juguete.

A los 9 meses de vida debe ser capaz de:
  • Sentarse correctamente.
  • Gatear, arrastrarse sobre sus manos o sobre su trasero.
  • Tender a pararse.
  • Hurguetear con el dedo índice.
  • Lanzar dos juguetes juntos.
  • Poder alimentarse parcialmente con la mano.
  • Tener una o dos vocalizaciones con significado, imitar y mostrar balbuceo con monosílabos (y posiblemente con polisílabos).
  • Responder a su propio nombre y a preguntas tales como:"¿Dónde está mamá?"o respecto de algún objeto familiar. Entender algunas palabras no-no, chao-chao.
  • Poder decir da-do o mamá de una manera no específica.
  • Disfrutar de los juegos con los adultos.
  • Reaccionar frente a los extraños con seriedad, ansiedad, incluso temor.
  • Demostrar sus emociones a través de las expresiones faciales.
  • Imitar gestos simples.
  • En la mayoría de los casos tiene el concepto de permanencia de los objetos; recupera un objeto escondido debajo de un paño.

A los 12 meses debe ser capaz de:
  • Tender a pararse.
  • Poder dar algunos pasos solo.
  • Mostrar el uso de la función de pinza en forma precisa.
  • Lanzar dos cubos juntos.
  • Poner un objeto dentro de otro.
  • Poder decir o hacer una o tres palabras o sonidos con significado, y además usar la palabra mamá o papá adecuadamente; imitar vocalizaciones.
  • Poseer el concepto de permanencia de los objetos; buscar un objeto escondido o que se ha caído.
  • Ayudar a vestirse y a alimentarse. Poder usar una tasa.

A los 15 meses el niño debe ser capaz de:
  • Caminar solo, caminar hacia atrás, agacharse, explorar.
  • Subir escaleras.
  • Construir una torre de 12 cubos e introducir una objeto pequeño dentro de una botella.
  • Beber de una taza, usar sus manos para alimentarse.
  • Tener un vocabulario de 3 a 6 palabras, usar un lenguaje de jerga y gestos (si a los 18 meses no es capaz de pronunciar una palabra reconocible, debe ser llevado para que se realice una evaluación fonoaudiológica).
  • Reconocer y señalar una o dos partes de su cuerpo cuando se le pide.
  • Mostrar sus zapatos, cuando se le pide que lo haga.
  • Entender órdenes simples, por ejemplo: no, dame, ven acá, cuando se le pide.
  • Disfrutar con las figuras de los libros de cuentos, y entretenerse cuando  se le narra una historia.
  • Reconocerse en un espejo.
  • Encontrar un objeto que está fuera de su habitación cuando se le solicita.
  • Disfrutar mucho al tirar y recibir una pelota.
  • Sacarse una prenda de vestir y ponerse un sombrero.
  • Dar y recibir un juguete.
  • Dar abrazos y caricias.

A los 18 meses el niño debe ser capaz de:
  • Caminar con seguridad.
  • Correr, subir escaleras sostenido de una mano, caminar hacia atrás, sentarse en una silla pequeña; subirse a una silla para adultos, patear una pelota.
  • Juntar 3 o 4 cubos; poner un anillo sobre un cono, desarmarlo y armarlo de nuevo.
  • Puede hojear un libro o una revista.
  • Tener un vocabulario de 4 a 10 palabras, construir frases de 2 palabras; entender y seguir indicaciones simples, expresar dos o más deseos; su capacidad para imitar el vocabulario es mucho mayor que su vocabulario espontáneo.
  • Tirar un juguete.
  • Lanzar una pelota.
  • Alimentarse por sí solo, usar una cuchara adecuada, sostenerse y beber de un jarro.
  • Mirar las figuras de un libro e identificarlas.
  • Imitar un bosquejo sobre papel.
  • Sacar una pastilla de una botella sin previa demostración.
  • Encariñarse con un muñeco o un osito de peluche.
  • Fruncir los labios y besar en la mejilla.

A los 2 años de edad el niño debe ser capaz de:
  • Subir y bajar solo las escaleras.
  • Saltar con ambos pies juntos, sostenerse sobre un solo pie momentáneamente, correr con soltura.
  • Abrir puertas.
  • Subirse a los muebles.
  • Alinear 3 a 5 cubos, después de una demostración.
  • Usar con soltura una cuchara y una taza.
  • Poseer un vocabulario de 50 o más palabras y puede construir frases con pronombres como yo, tú, mi.
  • Referirse a sí mismo por su nombre (si el lenguaje no es comprensible por los padres o está retrasado debe realizarse una evaluación fonoaudiológica).
  • Patear una pelota.
  • Hacer frecuentemente preguntas. Es la edad del ¿por qué?
  • Hacer trazos horizontales o circulares con un lápiz.
  • Iniciar el control de la micción y defecación.
  • Disfruta con la imitación de actividades domésticas o trabajos del adulto.
  • Cooperar en vestirse, lavarse y secarse las manos.
  • Usar adecuadamente sus juguetes.

A los 3 años de edad el niño debe ser capaz de:
  • Saltar en el mismo lugar, patear una pelota, balancearse y mantenerse firmemente en un pie.
  • Conducir un triciclo.
  • Subir escaleras con pasos alternados.
  • Abrir puertas.
  • Construir una torre de 9 cubos.
  • Imitar un puente con tres cubos.
  • Su lenguaje es 50% entendible (el niño con dificultades para construir frases o cuyo lenguaje es ininteligible debe ser referido para una evaluación fonoaudiológica).
  • Decir su nombre completo, saber su edad y su sexo. Contar hasta 3.
  • Comprender lo que es tener frío, estar cansado, estar hambriento; entender las preposiciones sobre de y bajo de; distinguir entre más grande y más chico. Usar tijeras, llave y lápiz.
  • Copiar un círculo, imitar una cruz y comenzar a reconocer los colores.
  • Describir la acción que se muestra en un recuadro de un libro de cuentos.
  • Ponerse algunas prendas de vestir.
  • Alimentarse solo.
  • Lavarse y secarse sus manos solo.

A los 6 años de edad debe ser capaz de:
  • Hacer botar una pelota 4-6 veces, lanzarla y recibirla.
  • Patinar.
  • Conducir una bicicleta.
  • Amarrarse los zapatos.
  • Contar más de 10, escribir su nombre, escribir más de 10 números, y escribir unas pocas letras.
  • Diferenciar la derecha de la izquierda.
  • Dibujar una persona con todas sus partes.


A los 9 años de edad el niño tiene buena salud, tiene confianza en lo que hace y en sí mismo, disfruta de la relación con sus amigos. Tiene actividades de recreación, reconoce la necesidad de roles y obligaciones dentro de la familia; le va bien en la escuela; es razonablemente dedicado y responsable con sus tareas, sin caer en exceso; asume la responsabilidad de su propia salud; se siente cómodo al hacer preguntas a los padres; tiene hábitos alimentarios; es cooperador y considerado.